Te miro desde el
fondo de esa ventana nublada
No hace falta que me
digas nada, ni me mires
El viento que sopla
me lo dice todo
Sopla con fuerza, eso
sucede porque las palabras están el aire
No niegas nada, solo
lo mantienes en el aire
Me pesa las cadenas
que a veces suelo llevar
Las arrastro entre la
gente gris, mientras te veo lejos de mi
Hay una carcajada en
el cielo oscuro, resuena en mis oídos.
Y puedo ver tu sombra
perderse entre las bloques de cemento.
Extraño un poco tus
suspiros y más aun tus plegarias
No quiero correr a mi
destino, quiero que él venga hacia a mi
No puedo seguirte,
aunque mi instinto sea seguirte
El viento me acaba de
susurrar que debo mantenerme quieta
Brota de las yemas de
mis dedos lagrimas negras, casi sangre.
Te llevas una parte
de mi, una mala y otra buena.
El reloj corre muy rápido
no lo mires fijo.
Sal de aquí no mires
hacia atrás, si te tengo que encontrar pasará
No hay respuestas ni
nada más que buscar
Estoy girando mi
cuerpo y dándote la espalda.
¿Qué más podría hacer?